TRATAMIENTO DE CONDUCTO
El tratamiento de conducto es un procedimiento dental que se realiza cuando la parte interna del diente (la pulpa que contiene nervios, vasos sanguíneos y tejidos conectivos) se inflama o infecta por caries o traumatismo.
Las ventajas de realizar un tratamiento de conducto es que hay alivio del dolor, se evita la extracción y se recupera la función del diente, permitiendo masticar y hablar con normalidad.
Preguntas y Respuestas
- Se evalúa clínica y radiográficamente el diente. En ocasiones es necesario realizar algún examen adicional que permita detectar fracturas, reabsorciones, entre otros.
- Se coloca anestesia local en la zona para que el paciente no sienta dolor y realizar el tratamiento más cómodamente.
- Se hace aislamiento absoluto con un aditamento metálico llamado clamp que abraza el diente cerca de la raíz y permite colocar una goma para que no haya paso de fluidos y líquidos.
- El dentista procede a trabajar sobre el diente afectado empezando por hacer una pequeña abertura para acceder a la pulpa inflamada o infectada y obtener acceso a la entrada de los conductos
- Se realiza la eliminación de la pulpa dañada, las bacterias y los restos de tejido de los conductos radiculares con instrumentos especiales. Luego, los conductos se limpian y desinfectan cuidadosamente. en ocasiones es necesario colocar medicación por 7 días y dejar sellado, antes de rellenar los conductos
- Una vez lograda la limpieza y desinfección de los conductos radiculares, se procede a realizar el sellado con un material biocompatible (generalmente gutapercha) para evitar que se recontaminen.
- Al finalizar, se debe restaurar de manera definitiva la apertura inicial, que según el tamaño puede ser realizada con restauración de resina, incrustación o corona. En algunos casos sí hay que dejar una restauración provisional mientras se espera una mejor respuesta del diente o se realiza algún tratamiento en la encía para facilitar la restauración que no debe quedar por más de un mes.
Puedes sentir dolor leve o sensibilidad después del tratamiento, que generalmente desaparece en pocos días. En ocasiones es necesario indicar alguna medicación y si la molestia persiste puede ser necesario algún tratamiento adicional.